Bogotá amanece fría en el mes de marzo, las personas abrigadas de pies a cabeza salen apuradas de sus casas en búsqueda del transporte que los lleve a su sitio de trabajo. Yo, como siempre, me ubico igual que ellos en esa escena mañanera de lunes a viernes. Mientras camino, me coloco mis audífonos, activo mi reproductor de música y a continuación dejo que éste me sorprenda colocando mi Playlist en modo aleatorio. Al momento de llegar a la parada del bus que me llevará a mi sitio de labor pienso: “Sería genial crear una entrada en mi blog que contextualice al lector sobre el género Grunge; cuáles fueron sus orígenes, representantes, su razón de existencia… al igual que yo, querrán saber un poco más”. Así que, al esperar mi ruta, suena en mis oídos Leash de Pearl Jam, lo que me da hilo y aguja para pensar en la historia que escribiré a continuación.
Eso sí, me dije a mí mismo que lo
mejor será no extenderme demasiado. ¡Disfrútelo!
Le podría interesar: La muerte del Grunge en Colombia
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Introducción.
Era 1983 en Seattle, la escena del
Grunge aún no se conocía como tal; en ese entonces, la cuidad se encontraba en
una apología intelectual proveniente de varias corrientes culturales que se representaban
a través de las artes escénicas y la literatura post modernista. Richard Hugo,
poeta y ensayista, era uno de los mayores exponentes de aquella corriente. En
su libro póstumo Asegurándose De Que Salga
se recogen los mejores escritos
de este escritor, los cuales eran capaces de transportar al lector a lugares impensados
sin la necesidad del consumo constante del LSD (también conocida como ácido),
una droga común en los Estados Unidos. Por otro lado los jóvenes eran
obedientes y realizaban sus estudios de preparatoria en universidades del
Estado de Washington caracterizadas actualmente por su calidad y reconocimiento
educativo.
En general, el estilo de vida del
90% los ciudadanos era refinado: los autos de lujo eran comunes en las calles y
los museos de arte albergaba a miles de turistas provenientes de Europa,
quienes deseosos por descubrir nuevos artistas, se paseaban por la calles del
barrio Pioneer Square estirando el cuello y abriendo sus ojos al máximo,
maravillados con el avance social de la metrópoli que parecía ajena a la
recesión económica que afectaba al noroeste del país norteamericano. Era un
lugar utópico.
Había armonía en Seattle, pero
algo pasó.

Y bueno, la ciudad no cambio en
lo absoluto, pero si su modo de habitarla. La flores de otoño volaban a través
del aire en medio de una onda cargada con buena vibra que inmediatamente seria
inalada por el suburbio. Sus inhaladores musicales, vieron en éste, una caja de
pandora con miles de posibilidades artísticas que daban paso a una revolución
sonora capaz de arrollar la opulencia de los protagonistas de la novela grunger
y ubicarlos en un código urbano identificado por ser desgastado y ordinario en
todo el sentido de la palabra.
La aparición de las primeras bandas de Grunge.
Era el año 1981 en Nueva York, la
escena del rock estaba en florecimiento. Sonic Youth dirigía el timón siendo
pionero del Noise Rock representado en la psicodelia y autenticidad propia de
los chicos de la gran ciudad. No lejos de ahí, en 1985 en Masachusetts,
Dinosaur Jr. Rujía como animal extinto en los oídos de la muchedumbre con su
álbum “Dinosaur” influenciado, según sus integrantes, en los éxitos del papá
Neil Young y The Pixies, provenientes de Boston en el año 1986, se divertían
siendo los hijos bastardos de la industria musical que, con poca pena y con
mucha gloria, se daban crédito al ser considerados más adelante como influyentes
directos del Rock Alternativo.
Estas agrupaciones para los
“gruchetos” eran el alimento en sus composiciones artísticas, también sería para
muchos un punto de referencia que crearía el camino de la identidad del Grunge
ante otros géneros musicales. En Seattle los exponentes directos de la
corriente se escondían de la fama exterior. The Melvins, hacía su aparición como
un trio precursor del sonido del emporio siendo una de las primeras bandas en
usar los cartuchos del arma grunger. Lo que ellos producían con sus
instrumentos era único y hasta humorístico; opresivo, igual a Heavy Metal, pero
con un lenguaje característico, distintivo al de Seattle.
Mientras en la otra esquina del
tablero, Green River editaba en estudio su primer sencillo en 1985, siendo este
el primer disco Grunge lanzado al mercado. Stone Gossard y Jeff Ament, actuales
miembros de Pearl Jam, harían parte del proyecto además del antes mencionado
Mark Arm. La agrupación se caracterizó por usar guitarras rápidas y voces
rasgadas, acompañadas por acordes extravagantes que ignoraban la estética
auditiva. Era un nuevo sonido muy particular al Punk y el Rock alejado de todo
tipo de comparación gracias al sello distintivo que de nuevo estampaba el
grunger en su modus operandi de componer música.
Canción Shallow my pride de Green River:
https://www.youtube.com/watch?v=GuK9hBGGyDg&index=2&list=RDv_XVHkpBaxk
Canción Shallow my pride de Green River:
https://www.youtube.com/watch?v=GuK9hBGGyDg&index=2&list=RDv_XVHkpBaxk
Entre esos emprendedores se encontraba
un chico llamado Kurt Cobain.
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The Melvins |
Kurt Cobain convirtió su vida en
una cultura. Fue él quien le dio a la “movida” el reconocimiento y simbolismo
con el que es representado, además fue quien catapultó al género fuera de las
fronteras de Seattle al resto del mundo. El mismo Eddie Vedder, vocalista de
Pearl Jam reconoce a Kurt como el padre del Grunge en el documental Twenty al
recordarlo el día de su muerte: “I dont
think any of us would be in this room here tonight if it weren’t for Kurt
Cobain” (No creo que ninguno de
nosotros hubiera estado en esta habitación está noche si no fuera por Kurt
Cobain).
Kurt y Nirvana hicieron algo
increíble al retroalimentar las notas que producía The Pixies y adaptarlas a un estilo de coros repetitivos,
fuertes estribillos y estrofas melódicas conducidas por acordes suaves que
pasaban a una rapidez fugaz en un abrir
y cerrar de ojos. Su álbum “Nevermind” así lo evidencia, siendo éste el disco
que contiene el sonido que el grunger noventero quiere que su hijo ponga en su
lecho de muerte.
Como ustedes saben, “Nevermind”,
lanzado en el año 1991, es sin lugar a dudas el disco insignia de la juventud
anti rutina, siendo un éxito del rock alternativo al vender más de 30 millones
de copias en todo el mundo. La canción Smells like a Teen Spirit fue un éxito
rotundo de los 90. Su vídeo fue uno de
uno de los más “quemados” por los canales de música como MTV y VH1, y no era
para menos, ya que a causa de su predominio en la televisión pasó a ser uno de los
más recordados por aquellos chicos de mejillas rojas; hoy hechos todos unos
ciudadanos ejemplares con la cara quemada por el sol gracias a Rock al Parque y
demás eventos en el país.
Vídeo Smells Like a Teen Spirit de Nirvana:
Vídeo Smells Like a Teen Spirit de Nirvana:
A partir del año 1991 hacia
adelante, empezaría la época dorada del Grunge.
Pearl Jam haría su aparición como
una banda emblemática del género. Sus amigos del alma, Soundgarden, también harían
parte de la lista de ilustres invitados a la fiesta. Después, Alice In Chains
se convertía en el niño raro del “fororo”, siendo muchas veces catalogada como
una banda fuera del género, hecho que inclusive el mismo vocalista Layne Staley
no descartaba. Sin embargo ahí se quedaron, disfrutando de la “farra” por mucho
tiempo.
Y siguiendo el mismo orden,
aparecerían otras bandas que aportaron su grano de arena a la fiesta que adopto
Seattle tales como Screaming Trees, Meat Puppets, The Smashing Pumpkins, Days
of The New, Canblebox, Mother Love Bone, L7, Seven Year Bitch… Temple of The
Dog y Mad Season, agrupaciones que serían el resultado de una excelente fusión
de varios integrantes exponentes del medio son también grandes representantes; al final todas
estas bandas se destacan por estar en el torrente sanguíneo del verdadero fanático
Grunge.
Y la lista de bandas continúa…
En otra lugar, los medios de esparcimiento
en EE.UU no daban espera a lo que estaba sucediendo en el año 1992 e intentan
coger por algún medio una rebanada de aquella fama que se reproducía sin cesar.
Hollywood se hacía presente y lanzaba en las salas de cine la película Singles,
producida por la Warner Bros y dirigida por Cameron Crowe, la cual relata la
vida de seis muchachos que viven en un apartamento en Seattle disfrutando de su
pubertad al máximo, en especial dos de ellos y sus parejas. Este filme se
caracteriza por mostrar simbolismos, representaciones y estilos de vida del joven
grunger, además de contar con la participación de Eddie Vedder, Jeff Ament,
Cris Cornell de Soundgarden e integrantes de Alice In Chains. Para el
rockquero, es una cinta que sin lugar a duda debe estar arrumada entre tu
repertorio cinéfilo.
El Grunge, en todas sus
expresiones, se expandía como una mancha de aceite en un trapo, muchas revistas
especializadas hablaban del tema en sus columnas de opinión, el programa NLS
Rehearsals saturaba la audiencia televisiva los sábados en la noche con sus
presentaciones en vivo de Pearl Jam, Stone Temple Pilots, etc…; y el mundo era
feliz, viendo de paso Adam Sandler imitando artistas del momento con su traje
de vampiro refinado.
El Grunge en Colombia
Cuando empecé a recordar esos pequeños detalles que narré y marcaron mi camino, pauso por un momento mí
escrito, y a continuación me quedo dormido por un instante:
Suena una armónica entre los
dedos de un misterioso joven idéntico a mí que observa perezoso el río Bogotá
bajo una tarde calurosa. No hay necesidad de un abrigo, de una sombrilla ni
mucho menos de una chaqueta para apaciguar el frío. Mientras canta, pesca con
un lazo atado a su dedo gordo del píe cualquier cosa que la carnada recoja.
Pero, al notar que no pesca absolutamente nada, se despierta, dándose cuenta
que su viaje lo llevo a pensar por unos instantes que era Huckleberry Finn, el
amigo de Tom Sawyer, ese que embaucó a unos incautos para que le pintaran una
cerca. No da razón del por qué pensó lo que pensó, quizás fue porque vio semanas
atrás una caricatura de este personaje el cual, en un episodio de la serie
animada, usaba una pantaloneta muy a lo “impúdico”, motivo que lo llevó a
deducir “¿si Huckleberry Finn conoce el Grunge, por qué un colombiano no? Así
que, sin más distracciones, retomé las líneas del texto y pasé al tema del
grunger colombiano tratando de aparentar mucho, conocimiento e ignorando, que
soy fanático de las aventuras de este incorregible niño.
El Grunge se había internacionalizado; Kurt Cobain se lanzaba contra una batería fracturándose el
brazo, Eddie Vedder caía hacia la multitud desde una grúa de televisión a
veinte metros de altura y Layne Staley se dedicaba a golpear nazis en su gira
con Alice in Chains in 1993; era el paraíso. Los chiflados se deleitaban en la tarima
con sus payasadas mientras la fama del género se extendía desmesuradamente en
Europa, Asia y Latinoámerica. En éste último, tuvo gran acogida, en especial en
la población adolescente ya impregnada de Rock en Español producto de Soda
Stereo, Los Prisioneros, Caifanes, Los Rodríguez, etc… quienes eran, por decirlo de alguna manera, “los
reyes de los helados” del continente.
Colombia se encontraba en
aquellas coordenadas. En el año 1994 el país estaba sumergido en problemas
sociales, políticos y económicos que hacían de su contexto normativo distinto
al de otros de la región. No obstante la Generación X sobrevivía y se lograba identificar
en personajes, programas y situaciones de la televisión colombiana que hoy son
recordados por la mayoría de los viejos noventeros como Oky Doki, Tentaciones, N.N.
(Nerón Navarrete, el desconocido más famoso de Colombia), La Tele; el programa radial
y televisivo de Martín de Francisco y Santiago Moure y los Dummies, que
deleitaban a más de uno con su pegadiza canción del teléfono y cuyo hit del
momento desbordaba los ratings.
Para mí, la Generación X en
Colombia estaba en todo lado.
En la música, la agrupación 1280 almas de Bogotá hacía de las suyas con temas inspirados en la corriente del género, mientras que en Medellin Juanita Dientes Verdes representaba al Grunge latino en su máxima expresión. La onda a través del rock en Colombia se construía a pasos de gigante y la gente simplemente le encantaba. Miles de bandas colombianas tejían sus trabajos desde la experiencia que la cacofonía(1) inconformista del noroeste de Estados Unidos proporcionaba a sus magníficas composiciones, aparte de que la situación de país le daba esa pizca de sal a la sopa que la hacía mucho más apetitosa. También hubo personajes en específico
que hicieron un gran aporte a la música en Colombia. Saúl Álvarez, dueño de la tienda
de vinilos La Musiteca ubicada en Bogotá, exactamente en la Calle 19 con
Séptima, ayudo a forjar aquel camino al comercializar acetatos de grupos y
tendencias poco conocidos en el país, entre ellos el Grunge. Gracias a él y su
tienda conoceríamos más las ondas musicales que hoy
sacuden las pocas mechas que tenemos en la cabeza.
Canción Quiero Ser de Juanita Dientesverdes:
La Ranchera y la Salsa Tropical
estaban en el menú del colombiano. Sin embargo el espacio no era problema.
Había emisoras locales e independientes que transmitían a través de la radio
las canciones de agrupaciones alternativas como Fangoria, Kalimán y Catedral
(bandas que recomiendo escuchar con intensidad). Los jóvenes de la época usaban
sus casetes para grabar todo el contenido que fuera posible de “manera ilegal”.
Por otro lado, el famoso trueque entre bandas para compartir sencillos se
convertía en una estrategia que hoy en la actualidad sigue vigente.
La vida pasa, las actitudes
quedan, la fama desaparece y el Grunge en Colombia sigue ahí, generando debates
sin final alguno. Las corrientes del sonido de Seattle en los años venideros
eran, son y serán detectadas en la mayoría de las bandas colombianas que emulan
aspectos del Neo Punk, no obstante la conejera no da garantía para dividir definitivamente
una influencia de la otra. Yo como fanático, paso saliva cada vez que oigo
Aterciopelados y su florecita rockera, tratando de no caer en el juego de la
doble moral al catalogar la canción en un lugar específico del Rock. Aquí, el
juego está en disfrutar instintivamente del buen Rock colombiano sin pena de perder
la dignidad por aparentar ser un tonto que ve todo con “G” de grandioso.
Ahora los momentos han cambiado,
y con ellos nuestra manera de ver el mundo, excepto de alguna manera para
quienes somos de los 90’s: Esa bobada de ser nativo digital no va en nosotros.
Hoy en día, instalas Spotify o Dezzer en tu celular y ya
tienes música compartida en el reproductor, buscas en Google información sobre
el Grunge y automáticamente el navegador te envía a Wikipedia narrándote
detalles de sucesos tan íntimos de la vida de Kurt Cobain que terminas
enterándote sobre las peleas maritales que tuvo con Courtney Love. La
tecnología da una herramienta de conocimiento importante al grunger colombiano
para que éste sepa más a fondo sobre sus artistas favoritos, le permite buscar
sobre moda, razón y esencia del Rock Alternativo en todos sus aspectos, todo
esto complementado por entusiastas que, como yo, buscan aportar en vida esfuerzo y ánimo para que en Colombia se sepa
que aún la cola del muerto aún se mueve.
En la actualidad siento que el
grunger colombiano puede sentirse orgulloso. La mayoría de nosotros hacemos
parte de un grupo selecto de súper humanos que no se ha extinguido, y que se
niega a olvidar sus origines. Como yo, mi legado “gruncheto” es de familia (tal
y como lo explicaba en mi primer entrada) y para muchos también lo será, ya sea
porque una canción en específico les encantó cuando eran unos pollos o porque una
agrupación en particular les fascinó, haciendo que su vida no cambiara, pero sí
que girara al menos 10 grados a la derecha.
Conclusión
El apretón en el articulado de Transmilenio; el trabajo matutino de la empresa y mi hora de almuerzo fueron los sponsor de este escrito que creé con gusto para todos ustedes. Sé de antemano que ayudo a construir una historia poco contada en nuestro país, y quienes sentimos que la vida es un ratico como dice Juanes, sabemos que nuestra etapa de vida está por encima de los 40. Acá el cuaretón, puede tomar aire tranquilo y decir que salió como un héroe del grupo del club de los 27, Por esta razón sé que escribo para un buen público.
Espero les haya gustado mi
segunda entrada, le deseo a mis lectores buenos presagios y que lo que haya dicho
este grunger sobre el Grunge sea el camino para miles de historias más. Al
terminar estas líneas, son las 9 P.M., suena de fondo Nearly Lost You the
Screaming Trees e inmediatamente hago mi guitarra al aire, dando como tributo
mis ganas de reventarme los tímpanos a causa del alto volumen que produce el
magnífico sonido de la ciudad de Seattle.
[1] Sinónimo de la palabra sonido.
Saul falleció hace unos años, pero como tú Diego y como todos nosotros los que le damos un empuje a esto, le metemos el hombro y las ganas para que esos sonidos sigan retumbando. La película de Cameron Crowe, según el Twentu de PJ fue lo más divertido que pudieron hacer pero también lo que menos recomiendan a una banda en auge a hacer. No todo es para todos. Pero lo poco nos queda a muchos.
ResponderBorrarSaul falleció hace unos años, pero como tú Diego y como todos nosotros los que le damos un empuje a esto, le metemos el hombro y las ganas para que esos sonidos sigan retumbando. La película de Cameron Crowe, según el Twentu de PJ fue lo más divertido que pudieron hacer pero también lo que menos recomiendan a una banda en auge a hacer. No todo es para todos. Pero lo poco nos queda a muchos.
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ResponderBorrarMuchas gracias Diego, por traer de vuelta una nueva entrada a tu interesante e importantísimo blog. Por mi parte declaro qué ser grunger, no es sinónimo de ser “perdedor” a no ser qué se diga a modo de broma, burlándose entonces de las odiosas convenciones propias de la vida adulta.
ResponderBorrarA modo de acotación propongo más info, para una ubicación temporal un poco más exacta sobre nuestra amada y visceral base musical:
- Sonic Youth hizo parte de un movimiento musical denominado “No Wave”, en oposición a las intenciones frescas, melódicas y ligeras del pop representado por la “New Wave”.
- The Melvins de Montesano (Washington) como la emanación de una tendencia global expresada a mediados de los ochenta por Black Flag, invocarían la profundidad de Black Sabbath mezclándola con la tradición punk, disminuyendo la velocidad y poniéndose un velo denso de repercusiones insospechadas.
- “Swallow my pride” cuya versión conocí primero gracias a la escucha del E.P. Fopp de Soundgarden, me remite a una tendencia más luminosa y no tan opaca del sonido Seattle, algo que estuvo bien concentrado en el sonido de Green River.
- Fundamentales fueron también Screaming Trees con Mark Lanegan (un colaborador asiduo de algunos álbumes de los “Quotsa”) y “Malfunkshun”, (Con Andrew Wood, aquel heroinómano cuya muerte ínspiraría la banda tributo “Temple of The Dog” donde se fusionarían elementos de Pearl Jam y Soundgarden para tal tributo en su memoria) bandas del estado de Washignton qué a mediados de los ochentas intentaban perfeccionar la mezcla psicodelia-post punk, añadiendo algo de sensibilidad pop en la primera y glam, en la última en referencia a su esencia mestiza.
- Soundgarden también estuvo gestándose en la segunda mitad de los ochenta. El magnífico Ep “Screaming Life” anunciaba la gran capacidad melódica de esta banda de la ciudad de Seattle
- Skin Yard y Tad fueron bandas contemporáneas a la camada de artistas liderados simbólicamente por Nirvana, la primera liderada por el guitarrista y famoso productor del Bleach de Nirvana, Jack Endino, un personaje clave en la construcción del sonido “Sub Pop” y la segunda como una banda qué podría considerarse como Groove grunge, con un filo más pesado cercano a la atmósfera metal, siendo compañeros de gira en Europa del trio de Aberdeen liderado por Cobain.
- Mudhoney, la otra gran joya de un sonido descendiente de los Green River, fue evolucionando hacia una dinámica distorsionada con las típicas ideas punk, uniéndolas al legado heavy de los setentas.
- La influencia de Pixies, es clara en las dinámicas bipolares del Nevermind y del In Utero de Nirvana, poco existentes en el primer álbum de esta banda.
- Alice In chains supusieron la amalgama grunge más cercana a las estructuras del heavy tradicional, logrando tonadas únicas, oscuras y vibrantes. Junto con Pearl Jam, fueron una las últimas bandas originales en resaltar sónicamente antes del bombazo del Nevermind en septiembre del 91. Los P.J. quienes se formaron gracias a la disolución de “Mother Love Bone” al quedarse sin vocalista (el cantante de esta banda fue el anteriormente mencionado Andy Wood) han mantenido su sonido equilibrado y brillante hasta la fecha.
- Otras bandas fuera de Seattle qué trabajaban sonidos similares, como: L7, Babes in Toyland, Live, The Smashing Pumpinks o Primus tuvieron igual resonancia y pertinencia al usar elementos típicos del género, como las voces rasgadas, las guitarras distorsionadas y una actitud entre hippie y punk que reforzaba el mensaje contradictorio de la generación “X”, igualmente Mad season como banda con estructuras grunge más complejas, logró formar por medio de integrantes de Screaming Trees, The Walkabouts (una banda de folk-rock), Alice In Chains y Pearl Jam, aquel reconocido supergrupo de mediados de los noventa.
ResponderBorrar- Después de 1991, el grunge brilló por todo el mundo. A grupos de Seattle como Candlebox y a otros de la costa oeste como Stone Temple Pilots, o los australianos Silverchair y los Ingleses Bush, les fue más fácil surgir, (no así mismo mantenerse en la cima) e incluso la influencia se extendería a otros actos qué tomarían influencia grunge con posteridad a la eclosión masiva de los sonidos hechos en Washington: Days of the New, Creed, Three Days Grace, 3 Doors Down, Puddle of Mudd, Staind, The Vines o Nickelback debieron bastante al grunge.
Al leer la magnífica remembranza de Diego quiero dar mención a Gustavo Arenas,un veterano en las lides rockeras de la capital) con su discotienda “Rockola” ubicada hasta fines de la década de los noventa en el centro comercial “Vía Libre” de la diecinueve con quinta, quien fue otro personaje para tener en cuenta en la evolución del rock capitalino, no sólo por su tienda de discos sino debido a su participación en medios periodísticos como el periódico La Prensa (revista VSD) y El Tiempo (La página del Rock) donde su labor periodística fue esencial para la promoción de los sonidos alternativos del momento en Bogotá y el resto del país. Allí, en el medio escrito fue donde pude apreciar las primeras fotos de bandas grunge y las reseñas de sus discos. En aquellos tiempos la difusión distaba de la que podríamos apreciar hoy en día con la multitud de magazines virtuales y páginas de internet dedicadas al rock. A principios de los noventa, no teníamos “Tvcable” en la casa y por ejemplo tocaba escuchar por 88.9 FM la transmisión de los MTV Music Awards.
ResponderBorrarA propósito de MTV, esta cadena de videos, emitía antaño VIDEO CLIPS, y casi exclusivamente videoclips las 24 horas, noticias sobre el rock y series tan interesantes como “Beavis And Butthead” o “Aeon Flux”. Ese mismo famoso canal (actualmente desacreditado para muchos rockeros) sólo estuvo disponible en el televisor familiar un par de años después de la eclosión grunge.
Personalmente encontré en Bogotá el “feeling” grunge en una banda de sonido “Nu metal” llamada “Ultrageno”, los conocedores del tema sabrán por qué. Amos Piñeros el cantante de esta banda de finales de los noventa intuía qué debía existir algo más allá del sonido alternativo de principios de esa década, algo nuevo, fresco y poderoso, más vital qué los múltiples intentos a favor de la reencarnación del género oriundo de Seattle (me refiero a la horda Post grunge). Por ese motivo fui fan de esa banda bogotana, bastante original de por si, por su uso del violín dentro de un marco “hardcore”.
Para concluir, comprendo que los tiempos han cambiado… tener en 1998 una copia en casete de un compilado basado en los famosos “Outcesticide” editados por un sello discográfico llamado Blue Moon, (estos eran unos bootlegs o discos piratas de lados B y diversas versiones de temas de Nirvana, antes que en 2004, algunas de esas canciones fuesen conocidas por el mundo entero a través del “With The Lights Out”) me hacía sentir orgulloso y por todos los medios trataba de reproducirlo entre los amigos, de los amigos de mis amigos. Era una delicia saber qué “D7”, “Marigold” o “Return Of The Rat” existían. Ahora las descargas son cosa común y corriente, desde hace quizás 15 años los han venido siendo de forma progresiva, dependiendo en cierta forma a la accesibilidad de la internet a gran parte de la población colombiana. A la vez quiero comentarles sobre una obra literaria escrita por Greg Prato llamada “Grunge is dead” para aquellos chicos y chicas adolescentes qué quieran conocer más acerca de esta imprescindible era musical o también para nosotros quiénes envejecimos sin conocer ciertos aspectos de esa inolvidable coyuntura.
Agradezco a Diego, la oportunidad de escribir sobre la música qué me gusta mucho, en este caso sobre un tipo de “crunch” qué he venido padeciendo desde hace 24 años en mi cerebro.
Anexo links de videos de algunas de las bandas qué mencioné, como también el documento de Greg Prato, muy fácil de conseguir en la red, aunque solamente disponible en el idioma inglés:
https://youtu.be/6xMInebbe3Q
https://youtu.be/MtYxWQxMogI?list=PLE9AC43311300DBF3
https://youtu.be/fY0r8v3_Nns
https://youtu.be/YglMtFNtAyU
https://youtu.be/FPOkPFBoyQc
https://youtu.be/InxIptiU82Q
file:///C:/Users/Vidso/Downloads/Grunge%20Is%20Dead%20-%20The%20Oral%20History%20of%20Seattle%20Rock%20Music%20by%20grunge1990.blogspot.com.pdf
Muchas gracias Leonardo por tu aporte a ayudarnos a contextualizar más en profundidad sobre el este género musical que tanto nos gusta. Estás siempre invitado a opinar.
Borrarchevere todo el recorrido por la historia x un genero tan rico y honesto. chevere empezar el rastreo de las bandas hoy que hacen musica desde esas perspectivas sonoras.. ver el asunto como un presente continuo. no solo como un motivo de remembranzas de otoño. saludos
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