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Lo que sabe un grunger sobre el Grunge

Bogotá amanece fría en el mes de marzo, las personas abrigadas de pies a cabeza salen apuradas de sus casas en búsqueda del transporte que los lleve a su sitio de trabajo. Yo, como siempre, me ubico igual que ellos en esa escena mañanera de lunes a viernes. Mientras camino, me coloco mis audífonos, activo mi reproductor de música y a continuación dejo que éste me sorprenda colocando mi Playlist en modo aleatorio. Al momento de llegar a la parada del bus que me llevará a mi sitio de labor pienso: “Sería genial crear una entrada en mi blog que contextualice al lector sobre el género Grunge; cuáles fueron sus orígenes, representantes, su razón de existencia… al igual que yo, querrán saber un poco más”. Así que, al esperar mi ruta, suena en mis oídos Leash de Pearl Jam, lo que me da hilo y aguja para pensar en la historia que escribiré a continuación.   

Eso sí, me dije a mí mismo que lo mejor será no extenderme demasiado. ¡Disfrútelo!

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Introducción.


Era 1983 en Seattle, la escena del Grunge aún no se conocía como tal; en ese entonces, la cuidad se encontraba en una apología intelectual proveniente de varias corrientes culturales que se representaban a través de las artes escénicas y la literatura post modernista. Richard Hugo, poeta y ensayista, era uno de los mayores exponentes de aquella corriente. En su libro póstumo Asegurándose De Que Salga se recogen los mejores escritos de este escritor, los cuales eran capaces de transportar al lector a lugares impensados sin la necesidad del consumo constante del LSD (también conocida como ácido), una droga común en los Estados Unidos. Por otro lado los jóvenes eran obedientes y realizaban sus estudios de preparatoria en universidades del Estado de Washington caracterizadas actualmente por su calidad y reconocimiento educativo.

En general, el estilo de vida del 90% los ciudadanos era refinado: los autos de lujo eran comunes en las calles y los museos de arte albergaba a miles de turistas provenientes de Europa, quienes deseosos por descubrir nuevos artistas, se paseaban por la calles del barrio Pioneer Square estirando el cuello y abriendo sus ojos al máximo, maravillados con el avance social de la metrópoli que parecía ajena a la recesión económica que afectaba al noroeste del país norteamericano. Era un lugar utópico.

Había armonía en Seattle, pero algo pasó.

Grunger - GrungeEn 1984, “por alguna extraña razón”, el mundo daría un giro hacia la izquierda y la gravedad se desprendería del suelo produciendo un efecto que haría volar por las nubes la artificialidad recatada de los ciudadanos, dejando sólo en la tierra lo “sucio” de ellos mismos. Debido a esto algunos jóvenes fanáticos de la rebeldía intelectual de Seattle golpearían su cabeza contra el suelo provocando en ellos un Deja Vu que les permitió ver por un segundo un universo musical poco convencional, muy alejado del ámbito comercial que absorbía galaxias y capaz de impactar en el ocio de la sociedad de los 90’s. Era algo extraño. Los profetas “fuma-hongos” (como coloquialmente los llamo) intentaron dar un nombre a toda esta locura melódica que estaba naciendo. Uno de ellos llamado Mark Arm, vocalista de Green River (banda que mencionaremos más adelante) y luego de Mudhoney, se le dio por joder llamando a esta movida como Grunge.

Y bueno, la ciudad no cambio en lo absoluto, pero si su modo de habitarla. La flores de otoño volaban a través del aire en medio de una onda cargada con buena vibra que inmediatamente seria inalada por el suburbio. Sus inhaladores musicales, vieron en éste, una caja de pandora con miles de posibilidades artísticas que daban paso a una revolución sonora capaz de arrollar la opulencia de los protagonistas de la novela grunger y ubicarlos en un código urbano identificado por ser desgastado y ordinario en todo el sentido de la palabra.

La aparición de las primeras bandas de Grunge.


Era el año 1981 en Nueva York, la escena del rock estaba en florecimiento. Sonic Youth dirigía el timón siendo pionero del Noise Rock representado en la psicodelia y autenticidad propia de los chicos de la gran ciudad. No lejos de ahí, en 1985 en Masachusetts, Dinosaur Jr. Rujía como animal extinto en los oídos de la muchedumbre con su álbum “Dinosaur” influenciado, según sus integrantes, en los éxitos del papá Neil Young y The Pixies, provenientes de Boston en el año 1986, se divertían siendo los hijos bastardos de la industria musical que, con poca pena y con mucha gloria, se daban crédito al ser considerados más adelante como influyentes directos del Rock Alternativo.

Estas agrupaciones para los “gruchetos” eran el alimento en sus composiciones artísticas, también sería para muchos un punto de referencia que crearía el camino de la identidad del Grunge ante otros géneros musicales. En Seattle los exponentes directos de la corriente se escondían de la fama exterior. The Melvins, hacía su aparición como un trio precursor del sonido del emporio siendo una de las primeras bandas en usar los cartuchos del arma grunger. Lo que ellos producían con sus instrumentos era único y hasta humorístico; opresivo, igual a Heavy Metal, pero con un lenguaje característico, distintivo al de Seattle.      

Mientras en la otra esquina del tablero, Green River editaba en estudio su primer sencillo en 1985, siendo este el primer disco Grunge lanzado al mercado. Stone Gossard y Jeff Ament, actuales miembros de Pearl Jam, harían parte del proyecto además del antes mencionado Mark Arm. La agrupación se caracterizó por usar guitarras rápidas y voces rasgadas, acompañadas por acordes extravagantes que ignoraban la estética auditiva. Era un nuevo sonido muy particular al Punk y el Rock alejado de todo tipo de comparación gracias al sello distintivo que de nuevo estampaba el grunger en su modus operandi de componer música.

Canción Shallow my pride de Green River:
 https://www.youtube.com/watch?v=GuK9hBGGyDg&index=2&list=RDv_XVHkpBaxk

Ellos azotaban baldosa, y el Grunge se convertía en un movimiento suburbano que atraía a más seguidores de las tierras altas de Seattle. Jóvenes músicos, iniciaban sin saber, una proliferación de bandas que buscaban desarrollar aquel sonido y convertirlo de paso en una tribu urbana que encajara en la “movida” de la Generación X. Al instante en que esto sucedía, la mata del género crecía rápidamente en el suelo fértil lo que causó que la cosecha dará fruto a lo largo y ancho del territorio. Algunos entusiastas alzaban las “pepas verdes” que regaba la mata, otros, tomaban esas “pepas” y las cultivaban de nuevo para tener su propio árbol en el jardín de atrás.

Entre esos emprendedores se encontraba un chico llamado Kurt Cobain.

The Melvins
The Melvins
En esta parte del texto, cuando pensaba de qué hablar sobre Kurt Cobain me tomé una cerveza, fui al baño a cepillarme la boca y después releí la historia de su vida hasta el cansancio, sintiendo que no había nada nuevo que tú, querido lector, no sepas de este increíble artista. Por esta razón le pedí a mi rebuscada retórica el favor de no extenderse a través de un ensayo de 20 hojas que hablara sobre la vida de este loco que vivió poco y dejo mucho.  

Kurt Cobain convirtió su vida en una cultura. Fue él quien le dio a la “movida” el reconocimiento y simbolismo con el que es representado, además fue quien catapultó al género fuera de las fronteras de Seattle al resto del mundo. El mismo Eddie Vedder, vocalista de Pearl Jam reconoce a Kurt como el padre del Grunge en el documental Twenty al recordarlo el día de su muerte: “I dont think any of us would be in this room here tonight if it weren’t for Kurt Cobain” (No creo que ninguno de nosotros hubiera estado en esta habitación está noche si no fuera por Kurt Cobain).

Kurt y Nirvana hicieron algo increíble al retroalimentar las notas que producía The Pixies y  adaptarlas a un estilo de coros repetitivos, fuertes estribillos y estrofas melódicas conducidas por acordes suaves que pasaban a una rapidez fugaz  en un abrir y cerrar de ojos. Su álbum “Nevermind” así lo evidencia, siendo éste el disco que contiene el sonido que el grunger noventero quiere que su hijo ponga en su lecho de muerte.

Como ustedes saben, “Nevermind”, lanzado en el año 1991, es sin lugar a dudas el disco insignia de la juventud anti rutina, siendo un éxito del rock alternativo al vender más de 30 millones de copias en todo el mundo. La canción Smells like a Teen Spirit fue un éxito rotundo de los 90.  Su vídeo fue uno de uno de los más “quemados” por los canales de música como MTV y VH1, y no era para menos, ya que a causa de su predominio en la televisión pasó a ser uno de los más recordados por aquellos chicos de mejillas rojas; hoy hechos todos unos ciudadanos ejemplares con la cara quemada por el sol gracias a Rock al Parque y demás eventos en el país.  

Vídeo Smells Like a Teen Spirit de Nirvana:



A partir del año 1991 hacia adelante, empezaría la época dorada del Grunge.

Pearl Jam haría su aparición como una banda emblemática del género. Sus amigos del alma, Soundgarden, también harían parte de la lista de ilustres invitados a la fiesta. Después, Alice In Chains se convertía en el niño raro del “fororo”, siendo muchas veces catalogada como una banda fuera del género, hecho que inclusive el mismo vocalista Layne Staley no descartaba. Sin embargo ahí se quedaron, disfrutando de la “farra” por mucho tiempo.

Y siguiendo el mismo orden, aparecerían otras bandas que aportaron su grano de arena a la fiesta que adopto Seattle tales como Screaming Trees, Meat Puppets, The Smashing Pumpkins, Days of The New, Canblebox, Mother Love Bone, L7, Seven Year Bitch… Temple of The Dog y Mad Season, agrupaciones que serían el resultado de una excelente fusión de varios integrantes exponentes del medio son también grandes representantes; al final todas estas bandas se destacan por estar en el torrente sanguíneo del verdadero fanático Grunge.  

Y la lista de bandas continúa…

En otra lugar, los medios de esparcimiento en EE.UU no daban espera a lo que estaba sucediendo en el año 1992 e intentan coger por algún medio una rebanada de aquella fama que se reproducía sin cesar. Hollywood se hacía presente y lanzaba en las salas de cine la película Singles, producida por la Warner Bros y dirigida por Cameron Crowe, la cual relata la vida de seis muchachos que viven en un apartamento en Seattle disfrutando de su pubertad al máximo, en especial dos de ellos y sus parejas. Este filme se caracteriza por mostrar simbolismos, representaciones y estilos de vida del joven grunger, además de contar con la participación de Eddie Vedder, Jeff Ament, Cris Cornell de Soundgarden e integrantes de Alice In Chains. Para el rockquero, es una cinta que sin lugar a duda debe estar arrumada entre tu repertorio cinéfilo.

El Grunge, en todas sus expresiones, se expandía como una mancha de aceite en un trapo, muchas revistas especializadas hablaban del tema en sus columnas de opinión, el programa NLS Rehearsals saturaba la audiencia televisiva los sábados en la noche con sus presentaciones en vivo de Pearl Jam, Stone Temple Pilots, etc…; y el mundo era feliz, viendo de paso Adam Sandler imitando artistas del momento con su traje de vampiro refinado.    

El Grunge en Colombia


Cuando empecé a recordar esos pequeños detalles que narré y marcaron mi camino, pauso por un momento mí escrito, y a continuación me quedo dormido por un instante:       

Suena una armónica entre los dedos de un misterioso joven idéntico a mí que observa perezoso el río Bogotá bajo una tarde calurosa. No hay necesidad de un abrigo, de una sombrilla ni mucho menos de una chaqueta para apaciguar el frío. Mientras canta, pesca con un lazo atado a su dedo gordo del píe cualquier cosa que la carnada recoja. Pero, al notar que no pesca absolutamente nada, se despierta, dándose cuenta que su viaje lo llevo a pensar por unos instantes que era Huckleberry Finn, el amigo de Tom Sawyer, ese que embaucó a unos incautos para que le pintaran una cerca. No da razón del por qué pensó lo que pensó, quizás fue porque vio semanas atrás una caricatura de este personaje el cual, en un episodio de la serie animada, usaba una pantaloneta muy a lo “impúdico”, motivo que lo llevó a deducir “¿si Huckleberry Finn conoce el Grunge, por qué un colombiano no? Así que, sin más distracciones, retomé las líneas del texto y pasé al tema del grunger colombiano tratando de aparentar mucho, conocimiento e ignorando, que soy fanático de las aventuras de este incorregible niño.

El Grunge se había internacionalizado; Kurt Cobain se lanzaba contra una batería fracturándose el brazo, Eddie Vedder caía hacia la multitud desde una grúa de televisión a veinte metros de altura y Layne Staley se dedicaba a golpear nazis en su gira con Alice in Chains in 1993; era el paraíso. Los chiflados se deleitaban en la tarima con sus payasadas mientras la fama del género se extendía desmesuradamente en Europa, Asia y Latinoámerica. En éste último, tuvo gran acogida, en especial en la población adolescente ya impregnada de Rock en Español producto de Soda Stereo, Los Prisioneros, Caifanes, Los Rodríguez, etc…  quienes eran, por decirlo de alguna manera, “los reyes de los helados” del continente.

Colombia se encontraba en aquellas coordenadas. En el año 1994 el país estaba sumergido en problemas sociales, políticos y económicos que hacían de su contexto normativo distinto al de otros de la región. No obstante la Generación X sobrevivía y se lograba identificar en personajes, programas y situaciones de la televisión colombiana que hoy son recordados por la mayoría de los viejos noventeros como Oky Doki, Tentaciones, N.N. (Nerón Navarrete, el desconocido más famoso de Colombia), La Tele; el programa radial y televisivo de Martín de Francisco y Santiago Moure y los Dummies, que deleitaban a más de uno con su pegadiza canción del teléfono y cuyo hit del momento desbordaba los ratings.

Para mí, la Generación X en Colombia estaba en todo lado.

En la música, la agrupación 1280 almas de Bogotá hacía de las suyas con temas inspirados en la corriente del género, mientras que en Medellin Juanita Dientes Verdes representaba al Grunge latino en su máxima expresión. La onda a través del rock en Colombia se construía a pasos de gigante y la gente simplemente le encantaba. Miles de bandas colombianas tejían sus trabajos desde la experiencia que la cacofonía(1) inconformista del noroeste de Estados Unidos proporcionaba a sus magníficas composiciones, aparte de que la situación de país le daba esa pizca de sal a la sopa que la hacía mucho más apetitosa. También hubo personajes en específico que hicieron un gran aporte a la música en Colombia. Saúl Álvarez, dueño de la tienda de vinilos La Musiteca ubicada en Bogotá, exactamente en la Calle 19 con Séptima, ayudo a forjar aquel camino al comercializar acetatos de grupos y tendencias poco conocidos en el país, entre ellos el Grunge. Gracias a él y su tienda conoceríamos más las ondas musicales que hoy sacuden las pocas mechas que tenemos en la cabeza.

Canción Quiero Ser de Juanita Dientesverdes:




La Ranchera y la Salsa Tropical estaban en el menú del colombiano. Sin embargo el espacio no era problema. Había emisoras locales e independientes que transmitían a través de la radio las canciones de agrupaciones alternativas como Fangoria, Kalimán y Catedral (bandas que recomiendo escuchar con intensidad). Los jóvenes de la época usaban sus casetes para grabar todo el contenido que fuera posible de “manera ilegal”. Por otro lado, el famoso trueque entre bandas para compartir sencillos se convertía en una estrategia que hoy en la actualidad sigue vigente.

La vida pasa, las actitudes quedan, la fama desaparece y el Grunge en Colombia sigue ahí, generando debates sin final alguno. Las corrientes del sonido de Seattle en los años venideros eran, son y serán detectadas en la mayoría de las bandas colombianas que emulan aspectos del Neo Punk, no obstante la conejera no da garantía para dividir definitivamente una influencia de la otra. Yo como fanático, paso saliva cada vez que oigo Aterciopelados y su florecita rockera, tratando de no caer en el juego de la doble moral al catalogar la canción en un lugar específico del Rock. Aquí, el juego está en disfrutar instintivamente del buen Rock colombiano sin pena de perder la dignidad por aparentar ser un tonto que ve todo con “G” de grandioso.  

Ahora los momentos han cambiado, y con ellos nuestra manera de ver el mundo, excepto de alguna manera para quienes somos de los 90’s: Esa bobada de ser nativo digital no va en nosotros.

Hoy en día,  instalas Spotify o Dezzer en tu celular y ya tienes música compartida en el reproductor, buscas en Google información sobre el Grunge y automáticamente el navegador te envía a Wikipedia narrándote detalles de sucesos tan íntimos de la vida de Kurt Cobain que terminas enterándote sobre las peleas maritales que tuvo con Courtney Love. La tecnología da una herramienta de conocimiento importante al grunger colombiano para que éste sepa más a fondo sobre sus artistas favoritos, le permite buscar sobre moda, razón y esencia del Rock Alternativo en todos sus aspectos, todo esto complementado por entusiastas que, como yo, buscan aportar en vida  esfuerzo y ánimo para que en Colombia se sepa que aún la cola del muerto aún se mueve.

En la actualidad siento que el grunger colombiano puede sentirse orgulloso. La mayoría de nosotros hacemos parte de un grupo selecto de súper humanos que no se ha extinguido, y que se niega a olvidar sus origines. Como yo, mi legado “gruncheto” es de familia (tal y como lo explicaba en mi primer entrada) y para muchos también lo será, ya sea porque una canción en específico les encantó cuando eran unos pollos o porque una agrupación en particular les fascinó, haciendo que su vida no cambiara, pero sí que girara al menos 10 grados a la derecha.

Conclusión


El apretón en el articulado de Transmilenio; el trabajo matutino de la empresa y mi hora de almuerzo fueron los sponsor de este escrito que creé con gusto para todos ustedes. Sé de antemano que ayudo a construir una historia poco contada en nuestro país, y quienes sentimos que la vida es un ratico como dice Juanes, sabemos que nuestra etapa de vida está por encima de los 40. Acá el cuaretón, puede tomar aire tranquilo y decir que salió como un héroe del grupo del club de los 27, Por esta razón sé que escribo para un buen público.

Espero les haya gustado mi segunda entrada, le deseo a mis lectores buenos presagios y que lo que haya dicho este grunger sobre el Grunge sea el camino para miles de historias más. Al terminar estas líneas, son las 9 P.M., suena de fondo Nearly Lost You the Screaming Trees e inmediatamente hago mi guitarra al aire, dando como tributo mis ganas de reventarme los tímpanos a causa del alto volumen que produce el magnífico sonido de la ciudad de Seattle. 

[1] Sinónimo de la palabra sonido. 



Comentarios

  1. Saul falleció hace unos años, pero como tú Diego y como todos nosotros los que le damos un empuje a esto, le metemos el hombro y las ganas para que esos sonidos sigan retumbando. La película de Cameron Crowe, según el Twentu de PJ fue lo más divertido que pudieron hacer pero también lo que menos recomiendan a una banda en auge a hacer. No todo es para todos. Pero lo poco nos queda a muchos.

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  2. Saul falleció hace unos años, pero como tú Diego y como todos nosotros los que le damos un empuje a esto, le metemos el hombro y las ganas para que esos sonidos sigan retumbando. La película de Cameron Crowe, según el Twentu de PJ fue lo más divertido que pudieron hacer pero también lo que menos recomiendan a una banda en auge a hacer. No todo es para todos. Pero lo poco nos queda a muchos.

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  7. Muchas gracias Diego, por traer de vuelta una nueva entrada a tu interesante e importantísimo blog. Por mi parte declaro qué ser grunger, no es sinónimo de ser “perdedor” a no ser qué se diga a modo de broma, burlándose entonces de las odiosas convenciones propias de la vida adulta.
    A modo de acotación propongo más info, para una ubicación temporal un poco más exacta sobre nuestra amada y visceral base musical:
    - Sonic Youth hizo parte de un movimiento musical denominado “No Wave”, en oposición a las intenciones frescas, melódicas y ligeras del pop representado por la “New Wave”.
    - The Melvins de Montesano (Washington) como la emanación de una tendencia global expresada a mediados de los ochenta por Black Flag, invocarían la profundidad de Black Sabbath mezclándola con la tradición punk, disminuyendo la velocidad y poniéndose un velo denso de repercusiones insospechadas.
    - “Swallow my pride” cuya versión conocí primero gracias a la escucha del E.P. Fopp de Soundgarden, me remite a una tendencia más luminosa y no tan opaca del sonido Seattle, algo que estuvo bien concentrado en el sonido de Green River.
    - Fundamentales fueron también Screaming Trees con Mark Lanegan (un colaborador asiduo de algunos álbumes de los “Quotsa”) y “Malfunkshun”, (Con Andrew Wood, aquel heroinómano cuya muerte ínspiraría la banda tributo “Temple of The Dog” donde se fusionarían elementos de Pearl Jam y Soundgarden para tal tributo en su memoria) bandas del estado de Washignton qué a mediados de los ochentas intentaban perfeccionar la mezcla psicodelia-post punk, añadiendo algo de sensibilidad pop en la primera y glam, en la última en referencia a su esencia mestiza.
    - Soundgarden también estuvo gestándose en la segunda mitad de los ochenta. El magnífico Ep “Screaming Life” anunciaba la gran capacidad melódica de esta banda de la ciudad de Seattle
    - Skin Yard y Tad fueron bandas contemporáneas a la camada de artistas liderados simbólicamente por Nirvana, la primera liderada por el guitarrista y famoso productor del Bleach de Nirvana, Jack Endino, un personaje clave en la construcción del sonido “Sub Pop” y la segunda como una banda qué podría considerarse como Groove grunge, con un filo más pesado cercano a la atmósfera metal, siendo compañeros de gira en Europa del trio de Aberdeen liderado por Cobain.
    - Mudhoney, la otra gran joya de un sonido descendiente de los Green River, fue evolucionando hacia una dinámica distorsionada con las típicas ideas punk, uniéndolas al legado heavy de los setentas.
    - La influencia de Pixies, es clara en las dinámicas bipolares del Nevermind y del In Utero de Nirvana, poco existentes en el primer álbum de esta banda.
    - Alice In chains supusieron la amalgama grunge más cercana a las estructuras del heavy tradicional, logrando tonadas únicas, oscuras y vibrantes. Junto con Pearl Jam, fueron una las últimas bandas originales en resaltar sónicamente antes del bombazo del Nevermind en septiembre del 91. Los P.J. quienes se formaron gracias a la disolución de “Mother Love Bone” al quedarse sin vocalista (el cantante de esta banda fue el anteriormente mencionado Andy Wood) han mantenido su sonido equilibrado y brillante hasta la fecha.

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  8. - Otras bandas fuera de Seattle qué trabajaban sonidos similares, como: L7, Babes in Toyland, Live, The Smashing Pumpinks o Primus tuvieron igual resonancia y pertinencia al usar elementos típicos del género, como las voces rasgadas, las guitarras distorsionadas y una actitud entre hippie y punk que reforzaba el mensaje contradictorio de la generación “X”, igualmente Mad season como banda con estructuras grunge más complejas, logró formar por medio de integrantes de Screaming Trees, The Walkabouts (una banda de folk-rock), Alice In Chains y Pearl Jam, aquel reconocido supergrupo de mediados de los noventa.
    - Después de 1991, el grunge brilló por todo el mundo. A grupos de Seattle como Candlebox y a otros de la costa oeste como Stone Temple Pilots, o los australianos Silverchair y los Ingleses Bush, les fue más fácil surgir, (no así mismo mantenerse en la cima) e incluso la influencia se extendería a otros actos qué tomarían influencia grunge con posteridad a la eclosión masiva de los sonidos hechos en Washington: Days of the New, Creed, Three Days Grace, 3 Doors Down, Puddle of Mudd, Staind, The Vines o Nickelback debieron bastante al grunge.

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  9. Al leer la magnífica remembranza de Diego quiero dar mención a Gustavo Arenas,un veterano en las lides rockeras de la capital) con su discotienda “Rockola” ubicada hasta fines de la década de los noventa en el centro comercial “Vía Libre” de la diecinueve con quinta, quien fue otro personaje para tener en cuenta en la evolución del rock capitalino, no sólo por su tienda de discos sino debido a su participación en medios periodísticos como el periódico La Prensa (revista VSD) y El Tiempo (La página del Rock) donde su labor periodística fue esencial para la promoción de los sonidos alternativos del momento en Bogotá y el resto del país. Allí, en el medio escrito fue donde pude apreciar las primeras fotos de bandas grunge y las reseñas de sus discos. En aquellos tiempos la difusión distaba de la que podríamos apreciar hoy en día con la multitud de magazines virtuales y páginas de internet dedicadas al rock. A principios de los noventa, no teníamos “Tvcable” en la casa y por ejemplo tocaba escuchar por 88.9 FM la transmisión de los MTV Music Awards.
    A propósito de MTV, esta cadena de videos, emitía antaño VIDEO CLIPS, y casi exclusivamente videoclips las 24 horas, noticias sobre el rock y series tan interesantes como “Beavis And Butthead” o “Aeon Flux”. Ese mismo famoso canal (actualmente desacreditado para muchos rockeros) sólo estuvo disponible en el televisor familiar un par de años después de la eclosión grunge.
    Personalmente encontré en Bogotá el “feeling” grunge en una banda de sonido “Nu metal” llamada “Ultrageno”, los conocedores del tema sabrán por qué. Amos Piñeros el cantante de esta banda de finales de los noventa intuía qué debía existir algo más allá del sonido alternativo de principios de esa década, algo nuevo, fresco y poderoso, más vital qué los múltiples intentos a favor de la reencarnación del género oriundo de Seattle (me refiero a la horda Post grunge). Por ese motivo fui fan de esa banda bogotana, bastante original de por si, por su uso del violín dentro de un marco “hardcore”.
    Para concluir, comprendo que los tiempos han cambiado… tener en 1998 una copia en casete de un compilado basado en los famosos “Outcesticide” editados por un sello discográfico llamado Blue Moon, (estos eran unos bootlegs o discos piratas de lados B y diversas versiones de temas de Nirvana, antes que en 2004, algunas de esas canciones fuesen conocidas por el mundo entero a través del “With The Lights Out”) me hacía sentir orgulloso y por todos los medios trataba de reproducirlo entre los amigos, de los amigos de mis amigos. Era una delicia saber qué “D7”, “Marigold” o “Return Of The Rat” existían. Ahora las descargas son cosa común y corriente, desde hace quizás 15 años los han venido siendo de forma progresiva, dependiendo en cierta forma a la accesibilidad de la internet a gran parte de la población colombiana. A la vez quiero comentarles sobre una obra literaria escrita por Greg Prato llamada “Grunge is dead” para aquellos chicos y chicas adolescentes qué quieran conocer más acerca de esta imprescindible era musical o también para nosotros quiénes envejecimos sin conocer ciertos aspectos de esa inolvidable coyuntura.
    Agradezco a Diego, la oportunidad de escribir sobre la música qué me gusta mucho, en este caso sobre un tipo de “crunch” qué he venido padeciendo desde hace 24 años en mi cerebro.
    Anexo links de videos de algunas de las bandas qué mencioné, como también el documento de Greg Prato, muy fácil de conseguir en la red, aunque solamente disponible en el idioma inglés:
    https://youtu.be/6xMInebbe3Q
    https://youtu.be/MtYxWQxMogI?list=PLE9AC43311300DBF3
    https://youtu.be/fY0r8v3_Nns
    https://youtu.be/YglMtFNtAyU
    https://youtu.be/FPOkPFBoyQc
    https://youtu.be/InxIptiU82Q
    file:///C:/Users/Vidso/Downloads/Grunge%20Is%20Dead%20-%20The%20Oral%20History%20of%20Seattle%20Rock%20Music%20by%20grunge1990.blogspot.com.pdf

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Leonardo por tu aporte a ayudarnos a contextualizar más en profundidad sobre el este género musical que tanto nos gusta. Estás siempre invitado a opinar.

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  10. chevere todo el recorrido por la historia x un genero tan rico y honesto. chevere empezar el rastreo de las bandas hoy que hacen musica desde esas perspectivas sonoras.. ver el asunto como un presente continuo. no solo como un motivo de remembranzas de otoño. saludos

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